lunes, 6 de enero de 2020

Comentarios sobre dos textos referidos a la filosofía de Ludwig Wittgenstein

El primero de los artículos que aquí comentaremos lleva por título Los sofistas, Wittgenstein y la argumentación en filosofía, escrito por Alejandro Tomasini, el cual tiene por objetivo introducirnos en la metodología que utiliza Wittgenstein para desentrelazar confusiones propias de problemas filosóficos. La premisa de la cual parte el autor del artículo es que los filósofos pueden ser categorizados en tres categorías, a saber: aquellos que se centran en el desarrollo de una teoría; otros quienes sistematizan su aparato conceptual y ordenan presupuestos como un todo, y aquellos que se dedican a la argumentación y al debate de ciertos postulados. Según Tomasini, Wittgenstein entraría en el último grupo. Lo interesante del artículo es que, teniendo esto en cuenta, aborda ciertos presupuestos sobre la filosofía de los sofistas, y aquí podríamos preguntarnos ¿a qué se debe que se dedique a hablar de ellos en su artículo? desde luego que no busca encontrar conexiones e influencias entre éstos y Wittgenstein, pues como lo menciona, sería caer en un anacronismo. La clave está en que los sofistas representan en la historia de la filosofía un regreso a las argumentaciones filosóficas que atribuían suma importancia a la utilización del lenguaje, centrándose en la subjetividad de la experiencia y en los trucos que permitieran sobresalir en cualquier discusión o debate al que se entrase. De la misma manera, Wittgenstein atribuye relevancia al lenguaje; sin embargo, el uso que éste le otorga es completamente diferente en cuanto a la labor filosófica, estableciendo Tomasini un curioso contraste.

Ludwig Wittgenstein en 1929. Fuente: Wikimedia Commons.

Para Wittgenstein, el uso del lenguaje permite des-articular toda una gama de cuestiones filosóficas que han sido formuladas de forma descontextualizada y arbitraria, lo que hace difícil responderlas. Por ello, propone entonces -mediante los juegos del lenguaje y de toda una serie de aspectos metodológicos- devolver a su estado menos abstracto tales cuestiones, permitiéndonos conocer a profundidad partes de las respuestas y continuar con nuestro trabajo filosófico. La filosofía se convierte así en una cuestión que incrementa nuestras preocupaciones e inquietudes a la vez que las clarifica, permitiéndonos conocer hacia dónde queremos dirigirnos una vez tengamos parte de estas respuestas. 

Frame. 12 Angry Men, 1957, Sidney Lumet.
 
El segundo texto, titulado La filosofía de Ludwig Wittgenstein, escrito por Alfonso Tamayo, ubica los planteamientos de Wittgenstein no como una teoría, sino como toda una argumentación para desenmarañar los embrujos del lenguaje. Según Tamayo, todo lo que preocupa al filósofo es clarificar las cuestiones de índole filosófica, oscurecidas constantemente con el lenguaje. Así, a la filosofía como arte le interesa, pues, las particularidades, esto en contra de toda generalización propia de las ciencias. No hay entonces un camino a seguir sino múltiples caminos que pueden llevar a distintos lugares, a relacionar hechos y encontrar objetivos específicos; pistas, como si de un investigador policiaco se tratase. Habría que preguntarse cómo descifrar las confusiones sin crear más de ellas de manera innecesaria, por ello, la cuestión del significado no ha de tener una existencia por fuera del contexto en que se dice una palabra, allí radicaría determinar el origen de la problemática.

Ambos autores concuerdan en que no es fácil la labor de los filósofos en este sentido específico, más si consideramos a la filosofía como una especie de terapia en la solución de problemas que han permanecido y que constantemente vuelven a aparecer en las reflexiones actuales. Regresar a la obra de Wittgenstein parece ser una de las opciones más pertinentes en la construcción de análisis que permitan superar inconvenientes relacionados con el lenguaje y, por ende, en la forma en cómo se hace filosofía.

Referencias bibliográficas

Tamayo, A. (2016). La filosofía de Ludwig Wittgenstein. Universitas Philosophica. Vol. 1. (2).
Tomasini, A. (1999). Los sofistas, Wittgenstein y la argumentación en filosofía. Tópicos. Revista de Filosofía. (17).

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