lunes, 25 de noviembre de 2019

Consideraciones sobre el desarrollo del lenguaje: Jean Piaget y Lev Vygotski


Esta entrada parte de los textos Lenguaje y pensamiento de Lev S. Vygotski y Lenguaje y conocimiento de Adam Schaff. Expondremos una comparación entre los eslabones de análisis y premisas de Jean Piaget y Lev Vygotski respecto al desarrollo del lenguaje y el pensamiento. Desde el punto de vista de un encuentro buscamos analizar una serie de cuestionamientos fundamentales como: ¿qué aplicabilidad tiene el lenguaje como determinante de la realidad en las teorías de Piaget y Vygotski? y ¿en qué medida son factibles los planteamientos de Piaget, llevados al contexto de la investigación indígena? esto último teniendo en cuenta la hipótesis Sapir-Whorf.
 
[1921] Schloß Vogeloed: F.W. Murnau. 
 
Tanto Piaget como Vygotski concuerdan en que el lenguaje y el pensamiento son líneas o raíces genéticas de distinta trayectoria que en un cierto punto del desarrollo de los sujetos se enlazan. Es en ese momento cuando se supone que el pensamiento adquiere expresividad y el lenguaje racionalidad; es decir, el lenguaje comienza a servir al intelecto y el pensamiento comienza a ser expresado. No obstante, según Koehler, en su estudio con chimpancés, esto no ocurre. La conducta de un primate es embrionaria y en ningún momento demuestra una relación con el lenguaje y el intelecto; se observa en las acciones del chimpancé un patrón de conducta instintiva, cuya posibilidad fonética está guiada a expresar pulsiones (deseos, por ejemplo), pero nunca nada objetivo o lógico. Entre las respuestas expuestas sobre la deficiencia lingüística de los chimpancés, según el mismo autor, las limitaciones que lo determinan o imposibilitan se basan en una carencia de imaginación o ideación. Otra tesis, como la de Yerkes, sostiene que el lenguaje no depende de una condición óptica, y que lo que imposibilita el lenguaje en los chimpancés es su inhabilidad vocal para imitar sonidos.

Sobre el desarrollo del lenguaje y el pensamiento en los niños, se sabe que el proceso del intelecto del infante pasa por una fase primitiva, pero su pensamiento, a diferencia del primate, sí alcanza etapas pre-lingüísticas. En ellos, el lenguaje y el pensamiento se unen en el momento en que se descubre que cada cosa tiene su nombre, aunque hasta ese momento tal nombre no guarde ninguna relación significativa con el objeto, sino que es entendido como una cualidad más. Con tal curiosidad evolutiva, casi movido por una necesidad de enriquecer su vocabulario, el niño consigue que el intelecto sirva al lenguaje y que los pensamientos puedan ser expresados, adquiriendo la capacidad de razonar sobre el significado de las palabras sin necesidad de decirlo en voz alta o de hablar sin que el lenguaje pase por el pensamiento.


[1921] Schloß Vogeloed: F.W. Murnau.

Para comprender de qué forma actúa el lenguaje dentro del pensamiento, exponemos lo que para algunos psicólogos, incluido Watson, se conoce como lenguaje interiorizado, entendido como habla sin sonido y a menudo relacionado con el pensamiento, visto incluso ciertas veces como el mismo. En los eslabones del desarrollo del lenguaje, según Watson, a determinada edad el niño pasa del cuchicheo al lenguaje interiorizado, pero está demostrado que no hay ninguna diferencia entre hablar en voz baja o voz alta, siendo que esto no guarda relación con el pensamiento. Por lo tanto, de ninguna manera el cuchicheo es lenguaje interiorizado, puesto que se interioriza de forma psicológica y no tiene nada que ver con las condiciones genéticas o fonéticas.

A partir de este punto entra en el debate la idea del lenguaje egocéntrico expuesto por Piaget, el cual responde a un desarrollo de fase primitiva donde existe un lenguaje pre-intelectual y un pensamiento pre-verbal. Piaget plantea que el niño aprende relativamente tarde las operaciones mentales correspondientes a las formas verbales que ha estado usando por largo tiempo, y esto lo expresa Vygotski, si lo comparamos, en su tesis respecto a que, en una de las etapas del desarrollo del niño, su intelecto comienza a servir al lenguaje.
 
 [1922] Dr. Mabuse, der Spieler: Fritz Lang.  

Lo que diferencia el lenguaje interiorizado/egocéntrico planteado por Piaget y el planteado por Vygotski es el aspecto funcional. Para Piaget el lenguaje egocéntrico en el niño consiste en hablar para sí mismo, sin intenciones comunicativas ni sociales, para luego, a cierta edad, desaparecer parcialmente. Para Vygotsky este lenguaje tiene la intención de solucionar problemas u obstáculos, es social y no desaparece totalmente del lenguaje, sino que se mantiene intrínseco en el área más abstracta del pensamiento verbal. Así, Vygotski plantea que, puesto que el lenguaje egocéntrico se mantiene oculto, se convierte en lenguaje interiorizado, de tal manera que el desarrollo total ocurre de acuerdo a estas etapas: 1) funcionalidad de las palabras, 2) contacto social, y 3) división a cierta edad del lenguaje en egocéntrico y comunicativo.

Aplicando estas ideas a la hipótesis de Sapir-Whorf, en donde el lenguaje determina y modifica la realidad, cabe analizar lo siguiente: si un niño indígena es sacado de su tribu, por ejemplo, y es llevado al ambiente de la ciudad por el tiempo suficientemente necesario para que aprenda la lengua de ese lugar, en este caso el español, para luego ser llevado de vuelta a su tribu ¿cabría suponer que ahora este niño tiene dos determinaciones de la realidad? ¿o la cultura también determina, junto al lenguaje, la realidad en una relación doble causal? y si esto es así, cómo establecer el grado de importancia entre una y otra, o cuál poseería una mayor determinación en el desarrollo del lenguaje del sujeto. Estas son preguntas centrales de las que parten distintas reflexiones en el campo de la filosofía del lenguaje, tal como veremos en las próximas entradas.