¿Qué
es existir? o debería decirse ¿Qué es la existencia? La respuesta a estas
preguntas nos remite al diario vivir, contenido de estados anímicos y
emociones; propósitos, proyecciones, sociedad, política, economía, cultura.
Todo aquello que, como muchas mantas, cubren la existencia, constituyéndola en
gran medida. Los filósofos de la existencia se esforzarán por develar los
aspectos característicos de la existencia y los existentes. Así, como en toda
la filosofía misma, la filosofía de la existencia se divide en varias tradiciones o rutas de análisis. Como punto de partida, encontramos la filosofía de la existencia francesa y la filosofía de la
existencia alemana; existencialismo ateo o existencialismo cristiano. Para Paul
Foulquié, habrá esencialistas, existencialistas y, así mismo, existencialistas
esencialistas. En todos, la premisa son las consideraciones necesarias para
entender la existencia, sea en individuo o en sociedad.
Frame.
The Passion of Anna. (1969). Ingmar Bergman.
Hablar
de filosofía de la existencia supone en la actualidad un auge de perspectivas,
y por ser así, también conlleva a que las diferentes concepciones sean imprecisas. En primer
lugar, no existe como tal el modo correcto de referirse a la existencia. En segundo lugar, tampoco es correcto afirmar un consenso entre llamarlo
filosofía de la existencia o existencialismo. Se tiene, con esto, que existen
diversos existencialismos, o diversos modos de referirse a la existencia,
siendo muchas veces contradictorios los unos a los otros.
Frame
12 Angry Men. (1957). Sidney Lumet.
La
división parte, como se mencionó al inicio, en tanto tradiciones del existencialismo alemán y del existencialismo
francés, siendo representante de la primera Karl Jaspers y, aunque no propiamente
como existencialista, la filosofía del ser de Martín Heidegger brinda
aportes considerables a la doctrina existencialista. La primera característica
de la filosofía de la existencia alemana es un sentimiento compartido y
difundido de angustia, de ansiedad ante el fracaso. Jaspers,
interesado en la existencia, plantea que no puede separarse la razón de la
existencia. Por el contrario, deben ser vistos en armonía. La razón piensa la
existencia, y la existencia es la condición de posibilidad de la razón
(Hirscheberger, 1961, p. 313). Heidegger, apuntando a la comprensión del ser,
separado del ente, parte de la consideración de que el ser es posible mediante la
existencia. Dado que Heidegger no es existencialista, no va a negar la esencia
tal como esta corriente lo haría, por el contrario, dice que la esencia del ser es la
existencia (Wahl, 1956). Para Heidegger, existencia es ser en el mundo, de modo
que el existente es ser situado en espacio y tiempo.
Frame.
The Passion of Anna. (1969). Ingmar Bergman.
Por el lado
del existencialismo francés, inicialmente se encuentra dividido en dos
partes: existencialismo ateo y existencialismo cristiano. Éste se encuentra
representado, por una parte, por Jean-Paul Sartre y, por la otra, por Gabriel Marcel.
También Sartre va a estar en contra de los universales de la filosofía
tradicional, y va a afirmar que la existencia precede a la esencia, dando el
primer lugar a la subjetividad. Reconoce que el ser humano se encuentra sujeto
a su libertad de elección, y es su elección la que a su vez crea a los otros.
Así, el hombre primero elige, existe, luego es esto o aquello. Sartre dota al
hombre de responsabilidad y compromiso ante el mundo y su elección, en tanto debe tener un proyecto que vive en la medida que existe; el hombre es completamente
responsable de su proyecto (Sartre, 1973). Por su lado, Marcel concibe las
esencias como aquello que solo es pensado, y esto pensado es creado a partir de
la existencia. El hombre se encuentra en superación constante.
El existencialismo se levanta contra todos estos universalismos sistemáticos, y clava su bandera de combate en lo concreto y particular, con la vista puesta en la salvación de la libertad y de lo espontaneo (Martínez Torres, Emilio, 1950, p. 166).
La
cuestión inicial de la filosofía de la existencia es develar la diferencia
entre esencia y existencia. Algunos existencialistas renuncian a la noción de
esencia, en especial la ofrecida por la tradición filosófica. La filosofía de
la existencia renuncia a la búsqueda de una esencia de sí misma, puesto que
esto conlleva ser objetivos, olvidando que los existentes no pueden ser
calzados todos bajo un mismo y único esquema. Además, la existencia les afecta,
de manera que tiene de suyo sentimientos como la angustia, intimidad, nausea,
inquietud, absurdo, contradicción e incluso humanismo, como plantea Sartre.
Soy, existo, pienso, luego soy; soy porque pienso, ¿por qué pienso? (…) "existo porque es mi derecho”. Yo tengo derecho a existir, luego tengo derecho a no pensar (Sartre, 1973, pp. 117-118).
Para Jean
Wahl, la existencia no es un tema de reflexión meramente filosófico, por el
contrario, se encuentra manifiesto como inquietud incesante en aspectos como el
arte y la literatura. La literatura es un recurso mayoritariamente usado por
los existencialistas franceses; Sartre, por ejemplo, se vale de la creación
literaria, que es menos cerrada en conceptos que la filosofía, para expresar sus nociones
existencialistas. Así, cuando una crisis existencial se manifiesta en el arte y
la literatura, por medios menos estandarizados, puede decirse que la existencia
forma parte de varias esferas de manifestación humana, que la angustia y la
intimidad conforman a su vez una experiencia estética en cuanto contiene un
sujeto, esto es, en cuanto el hombre se hace partícipe de la experiencia del mundo de
los otros.
Frame.
True Detective. (2014).
Los
filósofos de la existencia se oponen, inicialmente, a las concepciones clásicas
de la existencia, pues éstas apuntaban al estudio de las esencias, es decir,
la forma más objetiva y universal de ver el mundo. Esta filosofía tradicional,
que inicia con Platón apuntando a los ideales, pasando por Descartes que afirma
que el pensamiento precede la existencia, es rechazada por existencialistas
como Kierkegaard por crear sistemas de pensamiento. Para este último, la existencia es
subjetiva, no tiene un sistema. La existencia se constituye a partir del
devenir en el mundo, es decir, de la acción. De un elegir libremente, en tanto que con
elegir se alude a un compromiso de efectuar esa elección, hacerla acto y
cumplimiento. La elección modifica la materia que rodea, creando esencia. Para elegir
se depende de los otros, que son a su vez quienes ofrecen en cierta medida las
opciones de nuestra elección. El otro, a su vez, es modificado por la elección.
Según Sartre, el otro es quien permite conocerse así mismo. Para Marcel, el
otro es personal, tú, es prójimo.
Referencias bibliográficas
Foulquié, Paul. (1973). El existencialismo. Ediciones
Oikos-tau, S.A: Barcelona.
Hirscheberger, Johannes. (1961). Breve historia de la filosofía. Ed. Herder: Barcelona.
Martínez Torres, Emilio. (1950). En torno al existencialismo. En: Argensola: Revista de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Nº 2, p.p. 165-172.
Sartre, Jean-Paul. (2009). El existencialismo es un humanismo. Ed. edhasa: Córdoba, Argentina.
______________. (1973). La náusea. Ed. Losada: Buenos Aires.
Vásquez, Guillermo. (1970). Una mirada al existencialismo. Ed. Mundo Hispano/Casa Bautista de Publicaciones: Alabama St, El Paso.
Wahl, Jean. (1956). Las filosofías de la existencia. Vergara Editorial: Barcelona.
Hirscheberger, Johannes. (1961). Breve historia de la filosofía. Ed. Herder: Barcelona.
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Vásquez, Guillermo. (1970). Una mirada al existencialismo. Ed. Mundo Hispano/Casa Bautista de Publicaciones: Alabama St, El Paso.
Wahl, Jean. (1956). Las filosofías de la existencia. Vergara Editorial: Barcelona.
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