Los filósofos de la escuela pitagórica se dividen en tres grupos; el primero inicia con el Antiguo circulo pitagórico, fundado por Pitágoras (Samos, 572 (571, 570) a.C - 500 (497, 496) a.C), y al cual pertenecieron Alcmeón de Rotona y Filolao. Los otros dos grupos son posteriores al Antiguo circulo, de los cuales tenemos por un lado a los Acusmáticos, y por el otro a los Matemáticos. El primero de ellos estaba conformado por escuchadores de las teorías, se limitaban a aprender y a ser seguidores de las reglas pitagóricas. El segundo grupo, los matemáticos, se podría decir que fueron los herederos de las ideas pitagóricas, pues cultivaron la filosofía del Antiguo Circulo, así como también las reglas compartidas, la música y los saberes de la geometría, la astronomía y la medicina. A este grupo pertenecen Arquitas de Tarento, Hicetas de Siracusa, Estrabón, Aristarco y Seleuco.
Fyodor Bronnikov, Pythagoreans celebrate sunrise, 1869, Tretyakov Gallery, Moscow, Russia.
Recopilar en obras los postulados filosóficos de los pitagóricos es difícil, pues ninguno de los mencionados se sabe con exactitud cuáles fueron sus hipótesis, dado que, al pertenecer a los grupos, sus integrantes tenían prohibido citar el nombre del autor de las ideas o hipótesis; todas sus aportaciones pertenecían de tal modo al círculo, y al referirse a ellas se hacía en conjunto, es decir, sólamente se habla de las ideas de los pitagóricos.
Pitágoras, como máximo exponente del círculo, impartía sus teorías de forma oral; sus formulaciones partían de la creencia en el dualismo de la vida del mundo; dicho dualismo coexiste como unidad de la vida, de las cosas y del mundo dentro de la diversidad; la diversidad entonces, aludiendo a la dualidad, se encuentra en la lucha de contrarios: puro-impuro, día-noche, reposo-movimiento, cuerpo-alma, par-impar, unidad-multiplicidad.
Aportes filosóficos de los pitagóricos
La respuesta respecto al principio generador de todas las cosas, la sustancia de la cual están formadas y a la cual vuelven, se encuentra para los pitagóricos en el número. La filosofía de los pitagóricos se separa de la presocrática en cuanto estos últimos atribuían el principio de las cosas a una sustancia tangible, material, que daba origen a todo lo que conforma el mundo, en tanto que los pitagóricos, con los números, conciben un principio intangible, racional. Los aportes del pensamiento de los pitagoricos se reflejan en las matemáticas, bien conocido es el teorema de Pitágoras, formulando la proposición de que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.
El gran descubrimiento de los pitagóricos, el descubrimiento que determina su importancia en la historia de la ciencia occidental, consiste precisamente en la importancia fundamental que concedieron a la medida matemática para entender el orden y la unidad del mundo (Abbagnano, N, 1973, p. 23. Citado en: Orozco, Á, 1994, p. 45).
Figura tomada de El saber filosófico de Álvaro Orozco C, p. 46.
El número y el infinito
Parte de las ideas de los pitagóricos se encuentra influenciada por los planteamientos órficos, esto en cuanto a la dualidad del bien y del mal, además de la idea de la transmigración del alma. Hemos de destacar que toda la filosofía de los pitagóricos es claramente una búsqueda de las cosas mismas, de poder explicarlas en cuanto son, y la pregunta por el origen de éstas es apenas una parte del problema filosófico.
La unidad del mundo se encuentra representada por las matemáticas que, a su vez, representan la unidad de las cosas del mundo. Razón por la cual es posible entender el mundo a partir de los números, pues las cosas en sí mismas se encuentran formadas por las medidas matemáticas que lo hacen posible. La dualidad de lo finito e infinito se entiende a partir de lo par y lo impar. El número par, como número que siempre es divisible por dos, representa lo infinito. El impar, que no es divisible por dos, representa el límite. El número es el principio material de las cosas (Orozco C. Álvaro 1994, p.45).
El número es el origen de la medida de las cosas, y en razón de esa medida, el mundo es armónico. La armonía en la unidad y medida del mundo es un elemento esencial que permite la comprensión de la realidad: "Al concebir estos filósofos que el numero es el principio ordenador del cosmos, las oposiciones que surgen en éste resultan ser oposiciones entre números. La lucha entre opuestos se resuelve en virtud de un principio de armonía, que es el significado ultimo de las cosas." (Orozco, Á, 1994, p.45).
Hoy por hoy es de gran significación el pensamiento de los pitagóricos, en especial a la respuesta sobre la formación del universo a partir de números y ecuaciones. Sin embargo, y a pesar de esos principios intangibles, los pitagóricos fueron concebidos como una especie de secta, en donde también se sostenía que la formación del universo se encontraba regida por un fuego central que impulsaba el nacimiento de estrellas, planetas, etc., por un proceso continuo de atracción de materia.
Referencias bibliográficas
Abbagnano, N. (1973). Historia de la filosofía, Barcelona: Ed. Montaner.
Orozco, Á. (1994). El saber filosófico. Barranquilla: Ed. Cultura Caribe.
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