lunes, 12 de marzo de 2018

Apuntes sobre las artes liberales en el medioevo


Las artes liberales hacen referencia a las disciplinas y oficios que desarrollaban los hombres libres en el medioevo. Cabe señalar que el contenido de las mismas varió durante el transcurso de la Edad Media, pues se elaboraron desde jerarquías de artes hasta denominaciones singulares, para más tarde, durante el siglo XII, enseñarse el trívium, que consistia en una clasificación de la enseñanza en gramática, retórica y dialéctica; y el quadrivium, compuesto de aritmética, geometría, astronomía y música. Las artes liberales que conocieron los romanos, a través de los eclécticos y los estoicos, quedaron reducidas a la categoría de ciencias preparatorias o auxiliares, o como simples materiales que los oradores podían servirse para construir sus discursos. El influjo helénico sobre la educación romana se reflejó en la codificación de las artes liberales hecha por Varrón en su libro Disciplinarum Libri, donde se nombran nueve artes: gramática, dialéctica, retórica, geometría, aritmética, astrología, música, medicina y arquitectura. Por otro lado, Filón de Alejandría detalla una estructura jerárquica del saber, planteando que primero se debía pasar por las disciplinas encíclicas, luego por la filosofía y, a través de esta última, a la sabiduría de las cosas divinas. En este sentido existe una estrecha relación entre el cristianismo y las artes liberales. 

 The Liberal Arst and Their Spirits, Nikolaos Gyzis, 1878-1880, Collection of the Euripidis Koutlidis Foundation.
Las artes liberales conservaron, durante un extenso período de tiempo en el medioevo, un sentido propedéutico, es decir, estaban orientadas a la explicación e ilustración de las sagradas escrituras, lo que para los Padres de la iglesia consistía en la cumbre de la sabiduría; tal conocimiento venía a llenar el vacío que había dejado las reflexiones filosóficas. El desarrollo cultural de Occidente giró en torno al cultivo de las artes liberales, que quedaban reducidas a todo el saber heredado del periodo greco-romano. Así, durante la Edad Media se impartieron tres niveles de enseñanza; a saber, el primero que consiste en aprender a leer, escribir y a contar; un segundo nivel que consiste en aprender las artes liberales (donde se encuentran elementos de la filosofía griega), y un tercer nivel relacionado con el aprendizaje de las sagradas escrituras. 

Todo esto lleva a la coordinación de elementos filosóficos con las sagradas escrituras; así, en este periodo se pone el conocimiento de las artes al servicio de la religión. San Agustín sería un claro ejemplo de esto, poniendo el conocimiento de las ciencias profanas al servicio de la ciencia cristiana. Además que para él, al igual que para San Jerónimo y otros filósofos medievales, la ciencia consistía esencialmente en el estudio de las sagradas escrituras, fuente de toda verdad. En este último caso, las artes más útiles serían la escritura y la retórica; de tal manera, las artes liberales, como la filosofía, no solo tenían valor propedéutico, sino que también un valor instrumental para la explicación y defensa de la fe cristiana. 

Referencias bibliográficas 

Gilson, Étienne. (1976). La filosofía en la Edad Media. Desde los orígenes Patrísticos hasta el fin del siglo XIV. Madrid: Gredos. 

Cochrane, Charles. (1983). Cristianismo y Cultura clásica. España: Siglo Veintiuno Editores.

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